Nos amamos en círculos concéntricos interminables...
Mi corazón encendía su mágicos luceros
y juntos recorrimos,
las líricas esencias del amor,
en trineos de ansiedad.
Bajo el sol de ese verano ardiente,
difruté de tus frutales maduros.
Me dejé seducir por tus soles
en corales de caricias encendidas.
Y fui tuya, ¡tuya de la cabeza a los pies!
Y el verano
se hizo agujero rojo de amor
por donde escapamos solos...
tú y yo.
Autora: Edith Elvira Colqui Rojas-Perú-Derechos reservados