Estoy harto, cansado, hastiado y a punto de quebrarme.
Mire al espejo y me encontré, pero no era yo quien se miraba,
yo era el reflejo atrapado entre la existencia y lo irreal,
mis ojos, frios, desolados, de perpetua quietud...
Esos ojos reflejados solo mostraban lastima...
\"No me mires, no me juzgues\" escuche sordamente.
La tristeza me invadía pero mis ojos seguían secos,
irónicamente gotas de agua escurrían por el cristal,
quería gritar, quería huir, y finalmente descansar,
Pero no podía, yo estaba atrapado dentro del incorrupto espejo
no había emoción en aquella imagen, no había respuestas... solo ausencia.