Si sientes dolor por lo que es tuyo,
no permitas que te quite lo que has hecho;
y si sientes soledad por lo que tienes,
recurre al recuerdo de lo amado.
Es tuyo solamente lo que quieres
y sólo te acompaña lo que amas.
Y si sientes que un día desfalleces,
busca en quien te ama tu respaldo.
Escucha entre las voces sólo un grito:
el que proviene del latido de tu alma;
y elige lo que encuentres verdadero,
aunque sea entre todo lo más duro.
Respeta tu verdad y haz que la vean
aquellos que no entienden lo que dices;
permítete el amor, si así lo sientes,
y entrégate completa, sin reparos.
No es malo el amor, porque es sincero;
pero puede lastimarte por negarlo.