Cuando el Tango se apagaba
y todo parecía ya escrito
apareciste vos...
mezcla rara de dandy y verseador,
bohemio bien empilchado
... y con moñito.
Original... casi grotesco
para el mundo del gotan.
E impregnaste al Tango
de tu verba desvariada,
con neologismos... surrealista
con lenguaje de bluyin.
No bailabas... no cantabas,
ni naciste en Buenos Aires
- No es necesario !
(como alguna vez dijiste)
al Tango hay que vivirlo.
Y tus rimas fueron canto,
lamento del dos por cuatro,
se hicieron lugar, tomaron vida
junto al canyengue chan... chan
del amigo bandoneón.
De la mano de tus versos
se unió el sórdido arrabal
al perfume de La Recoleta.
Te imagino entre nubes recitando...
Pichuco y Astor sudando
con sus fuelles rezongando...
el Polaco cantando...
y en un paréntesis del Tango
tu voz ronca declamando
algún sueño hecho canción.