Oscar Lugo

Tu DiscĂ­pulo

Fueron Sus Bellas Letras,

También Su Inmenso Calor,

Lo Que Inyectó En Mis Venas,

Mi Amor Por Los Poemas.

 

A Su Lado Aprendí,

Algo Más Que Escribir;

Mis Ojos Brillaron,

Por Primera Vez Miraron,

Algo Tan Hermoso,

Un Ser Maravilloso;

Con Una Gran Personalidad,

Me Hizo Parte De Su Amistad.

 

De Todos Los Discípulos Que Tiene,

Soy El Más Incompetente;

De Todos Los Discípulos Que Tiene

Soy El Que Más La Quiere.

 

No Escribo Para Ser El Mejor,

Ni Que Pongan En Ellos Una Estrella;

Escribo Por El Respeto y Amor

Que Tengo y Siento Por Ella.

 

En Los Poemas,

Todas Las Estrellas,

Son Para Ella,

Para Mi Maestra…

 

Aunque No Pueda Verla,

Ni Se Donde Se Haya Ido;

Este, Su Discípulo,

Con Mucho Cariño,

La Piensa, La Recuerda,

Anhela Que Vuelva,

Que Su Voz Me Deleite,

y Su Pluma Me Conmueva…

 

Hasta Que Venga,

Amaré Su Legado;

Seguiré Esperando,

A Que Vuelvas, Lorena…