Déjame que te abrace compañero y amigo...
Sé que tu amada madre te ve desde la gloria
será siempre la reina de la más bella historia:
la que vivisteis juntos; mutuo amparo y abrigo.
La sentiras por siempre codo a codo contigo...
Sé, que te sientes triste, que te duele la herida,
mas ella será siempre esa llama encendida
que seguirá alumbrado desde tu corazón,
para seguir viviendo y sembrando ilusión
y, derramando versos; mientras pasa la vida.