Son como escultura del más grande artista, que jamás existió
Sus formas: llenas de matices y líneas orgánicas, que no vemos ,
a culpa de que primero debemos conquistar su corazón, entretener su razonamiento,
cuidar su belleza como cosa infinitamente divina.
Y luego es el comienzo del todo.
Sus ojos:
Tácitos o desdeñosos
son maravillas del mismísimo Señor.
Su boca:
El espectáculo más atractivo del concierto de su baile.
Templados, carnosos, secos,húmedos, del género que pueda existir
son sus labios ; besarla cuando menos lo quiera, para luego volver al hipnotizante misterio de su danza.
Aquellos que con dibujar una sonrisa pueden conquistar al más aguerrido de sus amantes, son sus labios.
Su pelo :
Las doradas hebras de sus hermosos cabellos
son altas olas de embelesamiento,donde naufragan
hombres en el encanto de su mar;
bellos laureles del olimpo que en la tierra son ejemplos de perfección.