Periplo hacia ti
Receptivas nuestras cargas
encuentran deleite en lo profano,
pues tanta es la pasión
que se borra del pecado.
Un seguir del mandamiento
encallado en roca y agua
filtra pureza del melado beso
para recordarte quien te posee.
Alzaste brazos,
llevados entre riendas
de insólito sabor,
robando erarios,
volando cabellos
de mis manos a tu red.
Marchesano valle
en medio tuyo
se desliza apuntando
carabela a tu deleite,
a robar tu alma
desesperadamente.
Fatal es tu belleza:
asfixiándome, cegándome,
arruinando asombros
¡Y todo para qué!
Aunque tu rastro borres
en mis sueños te persigo
y descubro tus olvidos
en oscuras ciénagas.
Todos los celestes
pelean su fortuna y
admirar de cerca
lo que nunca han visto:
caricias sin periclitar.