Era Roma una estrella,
de belleza sin fin,
del espacio la más bella,
viajando dichosa
al compás del violín.
La miraban con asombro,
dulce astro de amor y paz,
Gritaban todos su nombre
¡Roma, Roma!
Y nada más...
Y mientras ella brillaba,
Maro triste moría sin luz,
desdichado el pobre existía,
¡Quiero morir! Así decía...
Y era pues un día,
de esos que no tienen fin,
Mientras Maro se moría,
Roma pasaba rapidín.
Y así Maro, recobró la vida,
Roma le dio la luz,
Y desde entonces son unidos,
Pues son el sol y el mundo
que nos hacen tan feliz.
No comprendes todavía?
Roma y Maro, es amor,
Maro y Roma, nunca adiós.
Así es nuestra historia..
Y ahora dime....¿Qué haría yo sin vos?