Callada te quedas, callada cual silencio sepulcral, emana un dolor en tu frente
que no logra una lagrima apaciguar y te fuiste aprisionando en el sufrimiento inmenso.
¿Qué más queda?...! Nada ¡…Solo el dolor de sus agresiones.
Y tus manos como aspas desesperadas luchan encontrar resguardo donde contener
su violencia escudando tu cuerpo indefenso de la tiranía de sus golpes.
Y la mañana te despierta para descubrir la luz del sol, que difícil que es ver por
las rendijas hinchadas de los hematomas que inevitablemente te cierran la vista.
Con lentitud adolorida te encaminas al espejo y contemplas el reflejo de un rostro
desfigurado por la cólera de un hombre alcoholizado, el pavor de otra noche pasara
por tu mente y los gritos ahogados para no despertar a tus niños que de seguro ya
dormirán te detendrá el ánimo para pedir auxilio.
Hoy te dices que será todo diferente, buscaras valor para enfrentarlo,
pero algo te dice lo infructuoso que será. Otro día más otra paliza más
y te quedas cavilando mientras en la recamara del lado se escuchan las
risas juguetonas de tus niños que ya han despertado. Y trataras de
disimular tu rostro con algo de maquillaje mas todo será en vano,
parece que la violencia de tu cónyuge va en alzada y temes esta vez por tus hijos,
temes que tarde o temprano ellos horrorizados se den cuenta del temperamento
violento de su padre y pueda dañarlos directa o directamente.
Esta vez algo te hace reaccionar y como electricidad en tu cuerpo
tomas una decisión crucial para ti y para tus hijos…Esto no puede
seguir te dices y como una gata en celo te envalentonas y determinas
tomar la decisión que tardo en llegar. Con actitud aplomada vas al teléfono
y haces la denuncia… Ya lo has hecho, has dado el primer paso y el más difícil,
SALIR DEL CÍRCULO DE LA VIOLENCIA…
Nota del Autor
Que difícil es salir del círculo vicioso que es la violencia intrafamiliar,
cuando la mujer es agredida sea física o psicológicamente la decisión
de salirse de este mal es duro para ellas. Siendo la gran mayoría de
las veces amas de casa, el miedo y la desesperanza de no poder ellas
hacerse cargo del peso del hogar, las hace callar el flagelo que va contra
en de su dignidad como mujer…El fenicidio en mi país va alarmantemente en
crecimiento a pesar de la leyes para protegerlas parecen infructuosas,
se debe creo yo, buscar otras formas más acertadas como único fin de velar
por la seguridad y la paz familiar en cada rincón del mundo no se halle una mujer
víctima de agresión.
Si la familia está enferma la sociedad por ende estará también enferma,
como eje o como bastión principal de la sociedad, debemos dar prioridad
pues es sabido que la base para los valores inculcado en la niñez se encuentra
en el seno familiar y si esto va mal encaminado repercutirá directamente
en todas las formas del quehacer humano.
Di no a la Violencia Contra La Mujer