Raul Gonzaga

Eres mi Edén y mi infierno

 

De que te quiero, te quiero;
Tanto te añoro, que lloro;
Porque eres ese tesoro
Que me arrebata hasta el sueño;

Lejos de ti desespero,
Con insistencia te imploro
Que no me robes el oro
De tu sedoso cabello;

Y es que esconde tu dulzura
No sé si hechizo o veneno
Que genera tal locura

Tal dependencia y apego,
Una secreta ternura
Mezcla de Edén y de infierno…