Se esconde el sol, tras los montes,
montes de color violeta
que se recortan a lo lejos.
Sobre ellos el reflejo dorado,
parece hablar en silencio.
Siento en mi cara las gotas
de un lluvia transparente y fría
que me trae a la memoria
tiempos pasados que no fueron
mejores, y tampoco peores.
Levanto la cara y abro los brazos
necesito sentir esa lluvia
y al mismo tiempo abrazar
esos rayos dorados
que me hacen ver esos montes,
de color violáceos.