Miachael

Azar

 

¡Oh! diosa de la fortuna

que no me miras; ¿te he hecho

algo? porque nunca techo

alcanzo, no hay libra alguna.

 

Solo tengo mucha hambruna

y ¡cúando!, podré ser libre

de esta cadena y me vibre

de nuevo mi corazón.

¡Jugad hombres sin razón!

siempre queda el cubalibre.