Un día hace años, eras muy pequeño,
decidí contigo compartir mi vida.
Sentí la alegría tanto merecida,
de crecer contigo y de velar tu sueño.
Un día hace tiempo, eras muy pequeño,
te enseñé a jugar con jabón y burbujas,
te mostré sincero que no existen las brujas,
y cuidé tus noches con amor y empeño.
Un día hace tiempo, eras muy pequeño,
me llamaste alegre con un nombre eterno
y tuve en mi alma el sabor más tierno
porque de ese nombre yo sería el dueño.
Hoy quiero que escuches y siempre lo sepas,
que no importa la barba que cubra tu rostro,
el que esté a tu lado seré yo y no otro
aunque sea en desiertos o heladas estepas.
Un día hace tiempo, eras muy pequeño,
en mi alma hiciste tu lugar de asiento
y quise darte todo, hasta el mismo viento,
enseñarte en la vida a realizar un sueño.