Quiero decirte mil cosas, algunas ya conocidas;
otras que surgen ahora, aunque antes las sentía.
Quiero decir que tus labios me saben a fantasía,
y que el calor de tu piel es bálsamo en mis heridas.
Quiero decirte mil cosas y algunas son tan hermosas
que al pensar en ellas vuelven las alegrías perdidas,
que de tu boca se escapan, entre labios como rosas,
mil pétalos que son besos que dan calor a mi vida.
Quiero contarte en silencio, con las manos en tu piel,
y hacer de cada palabra una caricia preciosa
como capullo que abierto libera una mariposa
que suave llega a mis labios con el sabor de tu miel.