los ferrocarriles de amianto
abren caminos
y solapan de la galera todas las
tristezas
el humo de sus cabezas
raya el alba
haciendolo mas inestable
conforme avanzan hacia el precipicio
la contaminacion no hace mella
ni alarido en ambas direcciones
siendo esta ultima
la unica forma de retorno
el eterno retorno
una condicion maquina-humano
que delira las canciones
mas olvidadas cada tarde
al ver partir a sus hijos
de cada particular estacion