Se me aparició en Abril,
cuando más solo vivía,
solo con verla me conmovía,
la dulzura de su voz juvenil.
Después de sentir su suspiro,
y el calor de seda de tu piel,
me dijiste susurros de miel,
y fuiste princesa para un guajiro.
Ya hace tanto que nos fuimos,
por caminos sin retorno,
tu ya habrás encontrado un puerto.
Yo ya he olvidado tus mimos,
y tu blanco cutis bello adorno,
sigo vivo, tras haberme casi muerto.