Ayer me di el valor, decirte todo lo que siento es lo único que pensaba, cuanto te quería y cuánto deseaba hacer por ti. Cartas, dibujos y flores salieron de mis manos, cantos y letras brotaban de mi cabeza y mi boca, todas ellas como regalo a tu hermosura. No imaginaba otra cosa que estar contigo, paseos largos trenzados de las manos, trenzados de la esencia misma que seríamos.
Solo pensar en tí, vivir por ti, hasta morir por tí, todo lo haría.
Desde que dijiste su nombre hoy solo lloro, tus ojos al hablar de él se iluminaban igual que los míos al hablar de ti...