En este tiempo que sueño con sueños prestados,
aquellos que quieren tener llama
en un ímpetu mercader, pero le falta
la eficaz forma terrestre del combustible
y sobre todo la eficaz manera que en una forma densa
que delimite el acontecimiento del vértigo de la solaz caída.
Hay barcos transparentes con capitanes
esperando una consulta,
llevan debajo de su sobaco
-que no de sus brazos-
la negra cocina del verbo desolado.
Tienen en su habitación muebles sin conformar
y cueros que se mezclan con las telas del vivir
y nombres que caen como humedades de harina densa.
Hay banderas redondas que ocupan el espacio cuadrado
del sentir que sienten y … ondean
a pesar de la falta del soplo que las haría ser válidas.
Desventurado diccionario,
maldita gramática,
oración sin ojos y sintaxis desolada.
Adverbio sin sitio,
verbo de madera soliviantada
y adjetivo perdido.
¡¡ay!!
en este tiempo que sueño con sueños destruyéndose
y con huellas que lastiman mis parpados al despertar.
No tengo más sueño que el sueño donde te sueño
ni más despertar que el deseo el próximo sueño.
Y así la obediencia del sentir me lleva a la oscuridad:
el capitán de mis sentidos es un marino confundido.
Ya escribe del revés su carta de navegaciones.