A veces Dios
sólo me da el sentir
y yazgo muda
fuera del poema
lo peor
es esa manera indescifrable
en que mis senos
varados en la distancia me miran
en que mis muslos
en un silencio perplejo me gritan
y yo
cubierta de maniáticas palabras
que huyen
no logro ni un monólogo de sombras
qué naufragio
qué paz exagerada
desvelo mi secreto más hundido
y ruedan lágrimas por mis piernas.