Podés escribirle a dios
cada noche
lo que hiciste durante el día
Contale que los pájaros sin nidos
planearon en picada
entre los pastos de tu risa
Contale que mantenés la figura
de nubes imperfectas
con formas indiscutibles
Contale que dormís en lugares
sin paredes, sin estantes
y en esa libertad sos viñedo
Contale que sos testigo
de las ventanas y los faroles
sin vida, que ya no alumbran
Contale que tus mascotas son lobos
o conejos, o lombrices, da igual
se te escapan
Contale que has matado a sangre fría
y no sufrís la condena
y también que te dormís como siempre
de costado y a las once