El mar de las soledades
ha tocado hoy a mi costa
trayéndome los recuerdos
de un amor que ha naufragado
por las tormentas del olvido.
Y miro a la marea
que va subiendo en ausencias
empujada por el viento de la indiferencia
que hace romper las olas
en la escollera de mis dolencias.
Escucho el graznar de las gaviotas
que laceran mis oídos
con te quieros que se han ido
a pique como aquel barco
por entrar en puertos prohibidos.
Esos grises nubarrones
que ensombrecen mi pensamiento
hacen presente el momento
en que decidí navegar en aguas profundas
olvidando que allí el peligro abunda
y hace zozobrar sentimientos.
Oh eterno y embravecido mar
me volviste a llevar a ella
que con su dulce mirada bella
a mí me supo enamorar
hasta en sus brazos encallar
intentando llegar a puerto
me hizo náufrago de sus besos.
-. Par