Tratando de encontrar algún retazo de mi corazón en este camino sin forma
llegué hasta aquí para esperar sentir algún latido en estas calles que casi no respiran,
en el espantoso silencio de mis recuerdos, en la irreproducible mirada antes de tu partida.
Me quisiste, lo sé, y puedo sentirte aún en mis sueños, en esa ola que muere tranquila en la arena, en esa nube que descansa tibiamente en el viento.
Ahora que estás lejos y con otro, te deseo la mejores de las suertes para que me escondas en las hebras de tu memoria,
Para que con esa lágrima que cubres de impiadosas mentiras, puedas enterrar mi nombre en tu historia