El año que se termina
nos deja el grato recuerdo,
el malo se difumina,
con esto el año declina
y en su festejo me pierdo.
Celebro comiendo cerdo
son clásicas realidades,
cuando el pernil bien lo muerdo
seguro que yo me acuerdo
de todas mis amistades.
Retengo allí las bondades
que en el espejo me veo,
condeno si hay falsedades
acierto con las verdades
verdades que yo poseo.
Un feliz año preveo
mis versos son los testigos,
que el próximo sea un recreo
de letras, es mi deseo
mis buenos, caros amigos.