Resucitan las voces
que estaban en silencio
cuando roza mi alma
el sentir de mi pueblo.
Y me nacen palabras
para un nuevo recuerdo
mientras el sol anida
a deshora en los pechos.
La tarde se prolonga
en sonrisas y ruegos...
Transitan por la plaza
los más viejos anhelos.
Y yo siento la vida
como si fuera un eco:
encendido y ardiente,
lastimoso y fraterno.
Es tan pobre el bagaje
de este río de tiempo.
Sólo alguna alegría
y muchos desalientos
que me cubren la piel
como un poncho de fuego,
mientras el sol anida
a deshora en los pechos…
Amalia Lateano
@ Registrado
El video pertenece a D. Matías Espina- 2010