Mi primer trabajo ahora
en este dieciocho año
me causará mucho daño
al hacerlo sin demora.
Ya que no ayuda mi codo
es hacerlo rapilento
no estaré muy contento
porque mi codo me sobo.
En la noche recién pasada
en una mesa completa
estando mas bien repleta
al llegar a la madrugada.
Esta fiesta muy festejada
con bailes, cantos y alegrías
quien pensando que estaría
la cocina engalanada.
Se venían los abrazos
entre cuartetos y risa
no cabía mucha a prisa
para evitar costalazos.
Una cueca entre huasos
bailada de punta y taco
con una china que saco
dimos los primeros pasos.
Los saludes se repitieron
bajo la parra adornada
con una piscina llenada
de vino que repartieron
Todo estuvo a la altura
de la digna celebración
con tremenda emoción
recordaron la cultura.
Viva mi comadre gritó
un vecino aventajado
no porque este curado
el marido contesto.
Que yo mando en mi casa
compadre no se adelante
y se pase de galante
con mi mujer, que le pasa
Y volaron calabazas
sillas y una banqueta
nadie le toca la Enriqueta
al dueño de estas casas.
Entre tanto griterío
lloriqueo y mas de un porrazo
un huaso lanzo el lazo
atrapando al gentío.
Y ustedes pensarán
después de tanto bochinche
ha de acabarse el berrinche
y todos ya partirán.
En solitario pensamiento
cuando la aurora iluminada
se veía la embarrada
dejada en feliz momento.
Al trabajo le estoy riendo,
pero ante tremendo cerro
de ollas, platos y al perro
había que lavar corriendo.
Mirando a todos lados
lo único que estaba sano
eran mis dolorosas manos
y los estropajos calados.
Mi conciencia me reprochó
has el trabajo tranquilo
que la fiesta para el inquilino
un Feliz año dos mil dieciocho.