Ve que afuera haya un día, si hay un sol es hora
De salir, observa tu forma discutible en el reflejo inmediato
De tu espejo innegable, el uniforme o el ropaje puesto
Está todo bien, asegúrate de mover los pies
Uno adelante de otro, uno solo por vez -imagina un baile-
Y observar el rostro inmutable del otro
(Demacrado quizás, sin ahondar, sin querer
Saber cuál motivo lo ha reducido a la piedra)
Sin adentran en el riesgo de sus sentimientos
Esto es fundamental; no te olvides de respirar
Que sea pausado y natural, 3 segundos exactos
Para dejar, entrar la materia divina y 7 salir
Recuerda el hablar, sin pensar demasiado
Repetir sabiamente el mensaje escuchado; hola. Hola
¿Cómo estás? Bien ¿Y tú? Bien. Suficiente
No dudes sí el otro observa las cosas
Como tú o si las cosas realmente están ahí
-en esto se riguroso- no dudes sí tú o eso o ella o él
Están realmente ahí, siendo lo que aparentan ser
Da por sentado, que arriba hay un cielo escondido
Tras nubes u ovejas mártires erguidas como homenaje
A su masacre diaria, da por sentado que abajo
Yace un subsuelo, donde reposan huesos cabizbajos
De malos y buenos, azarosamente mezclados en el mismo saco
Y nuestro terreno es algún lugar relativo, cercano al medio
Ambiente natural que se esperó de nosotros
Y si la ansiedad es mayor por ser el camino extraño
O el otro de horrible rostro o la imterperie adversa
Revisa en el bolsillo tu celular, hundete ahí
En la tibia imagen maternal, de un paraíso olvidado
Y da por sentado quizás, que la empresa humana
En el fondo es buena para el ser o al menos
Necesaria, no dudes del mal que subyace oculto
A toda las intenciones, respira, adelante, camina -no olvides- solo un pie a la vez