Juguemos a ser amantes,
juguemos a despertar la carne,
juguemos con disfraces,
disfracemos estos cuerpos
de lujuria y desgaste.
Que pase todo en una noche;
besos tan dulces como
la Taumatina del África.
Movimientos que agiten
nuestra temperatura corporal.
Que sean nuestros roces
suaves como los pétalos
de una rosa blanca.
Que cambie de color
las sabana de satín
con el sudor que emitamos
de nuestro sentir.
¡Que pase todo en una noche!
Juguemos, exploremos con el derroche.
Que se prendan nuestros cuerpos en fuego,
que arda la pasión sin silencio,
que grite la prudencia, y ponga su querella.
Que de tanto jadear nuestros cuerpos
quiera el piso ser el techo,
que techemos estos deseos
que se han ido acumulando
en conversaciones que disimulan amistad,
cuando en realidad,,,,
quieren explotarse en las horas
de un cielo cualquiera
donde todo pasa en una noche,
donde se juntan la pasión, el amor y el derroche,
de cuerpos que vienen desde
hace tiempo mudando sus intenciones.
LeydisProse
1/2/2018
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