Sofia Enriqueta de Saxe Ivanovna28 diciembre 2012 / 16:26
Finiquitada la venta del hombre, cada uno de los reyes del poder ocupan sus respectivos asientos, ebrios con el elixir de su enfermo lenguaje: Sus cabezas coronada de moscas, que llegan atraídas por el olor de sus
fétidas pieles, reflejo de su interior podrido. Payasos y titiriteros aplauden al de la corona triplicada por moscas. Todos se empujan para ascender los peldaños del poder-la dignidad y el honor- son vomitados día a día.
La lluvia que salta del espejo que proyecta la imagen de la Nación, los baña con traje sangre. Los pigmeos que escriben las páginas del día, simulan la verdad, cuando ésta camina las calles con luz y firmeza. (Muy
cerca, la HISTORIA DE LA GRAN ESPAÑA lleva en su escudo un niño encadenado, con sus carnes llenas de zurcidos al Gran Bautismo de Sangre a la Resurrección que no falta a la cita. La Luz sigue sus cuerpecitos
rotos y de sus agujeros emergen algodones bañados de un sol nuevo.