Mirar tus suspiros
unidos a los míos
y tus sueños
puestos en lo imposible,
era mi pasión.
Tu sonrisa silenciosa
que atrapaba mis besos
y tus acertijos
para complacerte con la mirada.
El abrazo
y la voz delgada
de tu boca.
Esa sensación
que sólo tus caricias
la provocan.
Era mi pasión
amarte hasta el infinito,
pero hoy la cambio
sólo para mirarte
una vez más.