Dame por ventura un rayo de esperanza
Que el corazón opreso esta de sus temores,
Dame Señor, la luz que necesito
En estos momentos grises de mi vida.
Dame el valor para enfrentarlos,
Que tu fuerza sea mi fuerza,
Que tu Espíritu me inflame
Y que tu amor me domine.
Señor, dame tu mano
No me dejes de tu amparo,
Mira que desfallezco,
Mira mi debilidad.
No quiero ser hoja seca
Que arrastrada por el viento
No tiene rumbo ni meta,
Quiero asirme a Tu brazo fuerte,
Disponer mi voluntad aferrándola a Tu amor.
Mírame Señor, ten compasión de mi,
Soy menos que nada ante Ti,
Soy yerba inútil que se deshecha
No te deshagas de mí.
Fortalece este espíritu maltrecho
Da de Tu bálsamo divino
A esta, mi alma atribulada,
Perdona Señor, mis negligencias.
Me deprime mi soledad,
Me angustia la incertidumbre,
Afianza mi fe en Tu Nombre,
No me arrojes de Tu heredad.
Dame Señor la concordia
Que cuerpo y alma te clama,
No quiero tener discordia
Ni que se extinga tu flama.
Calma este dolor que siento
Por mi torpeza insensata,
Pues deseo andar con tiento
En esta, mi vida ingrata.
Tu me has dado a manos llenas
Vida, dolor, dicha y penas;
Hoy clamo de Ti el perdón,
Pues, llora mi corazón en amarga desventura.