Mientras las velas se consumen,
estas perdiendote en mis pensamientos.
Como una gota que cayó del cielo
y se funde en la corteza de mi corazón;
Y que terrible desidia será si algún día mi alma es devorada
por él destino o por la suerte,
cuando lo tangible,
los placeres irreales se alejan.
La intención de mis palabrerías es recordar
esas horas en las que me sentaba inmóvil a
recrearte en lo más cercano de mi amanecer iluminado
por lo que queda de esta noche.
Nos viste,
nos define sin hablar
un manto efímero de tristeza
en donde nuestros cuerpos
tan sensuales lloran por perseverancia y anhelo.