A solas, dije amor en la banca de este parque,
cuelgan columpios de los árboles,
los pájaros descubren su mecedura
desprendida de una hoja del universo,
globo arriba en busca de sus estrellas.
Las bocas de los parques están llenas de risas,
los zapatos juegan a los jeroglíficos en medio del lodo,
entre las heridas, sobre la hierba, hay un gozo
sobreviviente de noches de ayer aterrizadas,
cerca de palomas, de sueños sombríos.
El parque abriga humedades
escondidas entre bragas que desean,
ocultos entre las flores
con sus manos debajo de la tierra,
perdidos entre el griterío de niños,
infancia abandonada para tocarse.
Descubridores y sabedores de mundos,
palpitaciones hacia otros horizontes
donde la epidermis juega a descoser el barro
dejaron olvidado un beso,
los niños, se han ido,
me he quedado a solas en la banca de un parque.