Maldito sea el hombre que confía en otro hombre
y maldito sea por dos el que se lucra con Dios,
que somete y se aprovecha de su prójimo en su nombre
que le importa mas el diezmo que alabar a su señor.
Y malditas las serpientes que dirigen las iglesias
que con lengua venenosa engañaron a su gente,
las voces de la verdad acusaron de blasfemias
y expulsaron de su templo a los que son libres de mente.
\"Ten mas fe. No razones.
No nos juzgues. Ya no pienses.
Sigue siempre la corriente.
Se sumiso y obediente\",
porque Dios te quiere pobre
pero no a sus dirigentes.
Aunque gula y avaricia sean pecados capitales
solo importa el capital que produzcan sus pecados,
y observando todo el circo que con la fe se han montado
sonriente y deseoso Satanás frota sus manos.