Lo extraño de todo es que no te extraño
ni falta me hace ser tu compañía,
en aquel tiempo fue tan grave el daño
que mi corazón solitario estaría.
De todo lo extraño nada necesito
esas cosas fueron cargas dentro el viento;
intenso y solano rumbo al infinito
se llevó la llaga de mi sentimiento.
De todo lo extraño ni huelo tu aroma
fluido tan raro que es solo congojas,
padece mi pecho cuando tú te asomas
por una ventana cubierta de hojas.
Y lo más ajeno de todo lo extraño
es que no hay recuerdos de ti en mi memoria,
ni buenos ni malos, de ningún tamaño;
como un sueño fingido sin dedicatoria.
Julio Medina
3 de enero del 2018