Estaba la flor cantándole al árbol,
Estaba el pudor mostrando su encanto,
Estaba el amor cantándole al llanto
Estaba el llanto mordiéndose el labio.
Estaba en fila el abecedario
Diciendo mentiras del funerario
Que ahora será para siempre un sedentario
Que ahora será el monstruo de armario.
Llorando a risas el dolor amargo
Llorando a mares al buen destino
Que se corta sin terminar el camino
Diciendo bellezas a ese tal amigo