El amor es sin leyes, mi señora,
es suspiro que nace de repente,
es estrella que nace con la aurora
y que tiene su ocaso lentamente:
No se vive el mañana en los amores
solamente se vive su alborada,
se parece a la luz de mil colores
que de pronto la vemos apagada!
No fingía al decirte: ¡Yo te quiero!
Ni fingía mi beso apasionado;
yo te juro que siempre fui sincero
porque estaba en verdad enamorado.
Son amor los jardines que marchitan,
donde mueren las bellas azucenas,
que si mueren ya nunca resucitan
mas nos dejan recuerdos de horas buenas!
El deseo es la llama incandescente
que nos llena de fuego y de portento,
y tu fuiste la hoguera mas candente
que azotó por completo el pensamiento.
Pero nunca detienes a los vientos
porque corren veloz y sin destino,
la pasión que cubrió mis sentimientos
hoy cabalga sin rumbo su camino.
Pero nada nos quita lo vivido
de las horas durmiendo en mis regazos;
mas presiento que todo se ha perdido
y que vuela el amor en mil pedazos!
Buscaré en la quietud de nuevas noches
como darle a mi vida nuevo sino,
y te pido el favor, que sin reproches
tu recuerdes lo hermoso y mas divino!!
Autor: Aníbal Rodríguez.