Tus lágrimas
imaginarias han partido
el alto de la cumbre
ha sido testigo
silente
susurra inconsolable
A dónde
te llevaste la alegría de tu sonrisa
por qué partiste al confín
dejando esta melancolía
Aquella mañana
salpicaste por siempre la vida
inmortales recuerdos
retumban
gran sabana
el mar
las montañas
tus seres
El cajón de arauca apureño
te reclama al calor de la parranda
la discreta lágrima nos delata