Creí... Pensé... Soñé... Y en silencio otra vez lo amé.
Olvidé los malos tiempos, viviendo el momento en mi soledad...Viviendo una entrega total.
Mi dignidad se ahogó en un mar en calma...Mi orgullo se escondió debajo de mi alma...Perdiendo todo lo que añoraba.
Mi cuerpo se consumía entre las llamas... Mi corazón latía al ritmo que mis ojos lloraban... Mi alma se elevaba.
Descubriendo el éxtasis de la pasión descontrolada, no tuve fuerzas para gritar, tuve miedo de amar... Mi cuerpo flotaba, mis ilusiones terminaban.
Mi vida quedó oscura, dejó una huella profunda... El cielo fue testigo... Y Dios en silencio quedó confundido.
Isabel Covarrubias