Carlos Justino Caballero

DE LA EXISTENCIA DE DIOS

Está tan a la vista, en mi sentir,

que no debería argüir concepto alguno.

Ni el primer motor como decía el de Aquino,

ni la causa no causada, Dios llamada,

y existencia en sí misma, sin que otro la creara.

Me seduce pensar más en el orden sideral

que es maravilla. Y supone extrema necedad

negar que Dios, o como quiera ser llamado,

es autor de la armonía y de todo ordenamiento.

¿Qué explicación puede alguien darme

para negar a Dios, o como quiera él decirle,

cuando advierte que dos células transforman

con su unión y veloz metamorfosis

al ser que acuno entre mis brazos?

¿Y qué de la belleza y armonía que es cantada

por poetas, mirando al ave o contemplando

el portento de una flor que eleva sones

o ese sentir del interior -hálito abstracto-

capaz de pensar, gozar, sufrir… o amar?

 

Puede negarse a Dios, de eso no hay dudas.

Pero muchos “porqué” existen para hallarlo

y hallar el trascendente valor a que aferrase, y en él

entender que lo gozado y lo sufrido, tiene su sentido.

 

 

De mi libro “De trazos del borrador”. 2017 ISBN 978-987-4004-51-2