¡GUAPO!
Estoy triste, y tú estás a mi lado,
siento mi corazón, que triste, llora,
no dices nada porque estás enfadado
y cuando estás así, todo te sobra.
Yo te miro y te miro, tú no me miras,
yo te hablo y tú no dices nada,
un gesto de fastidio y... suspiras...,
justo en ese momento, tus ojitos me atrapan.
Con mi mejor sonrisa digo: ¡guapo!.
No puedes reprimir la carcajada
y aunque sigues fingiendote enfadado,
sé que ya no lo estás; ¡lo dice tu mirada!