No olvides que no te olvido.
Hay un corredor sobre el mar
que me lleva a tus aguas y a tus perfumes.
Y hay otro terrestre que patrocína
el beso de este baile de querer y…
se hace lento y apretado.
No me olvides que no te olvido
a pesar de que debas olvidarme.
Digo esto en futuro y en un casi presente
que se desliza sobre el dolor de pensarlo.
No me olvides que no te olvido.
Si me olvidas no podrás ver mis manos
canteras…
estas que quieren acariciarte
y que afílan sus punteros,
esos punteros que trabajan mi alma al pensarte
sobre la piedra de este papel que discurso.
No me olvides,
seria asesinar a los novios dispuestos
o matar a las palomas de este verso
que no te olvida.
No me olvides que no te olvido
a pesar de que en el transcurso
del olvido te daría la razón.
No me olvides.
No dejes de enviarme tu lluvia profunda
para que moje mis cejas
inunde mis labios
y nombre tu nombre sin olvidarte.