Del libro La Vida es Viviendo.
En la hermosa foto, de blanca sonrisa,
brilla la luz suave de tu corazón.
Es como la esencia de un ángel sin prisa
o la transparencia que traspasa el sol.
El destello intacto de tus ojos libres
que miran al alma como dando amor,
le van dando calma a aquel que los mire,
porque con luz propia los ha hecho Dios.
La sutil textura de tu pensamiento
ha quedado impresa en esa expresión,
en el rostro dulce de aquel blanco lienzo
donde dibujaste tu fascinación.