Acaríciame el alma, por favor te lo pido.
Tengo temor al dolor y al olvido.
Pasar por esta vida como si no hubiere existido.
Acaricia mis recuerdos, te lo imploro.
En ellos guardo lo que más quiero. Mi pequeño tesoro.
Solo una caricia tuya, solo tuya añoro.
Acaricia mis pensamientos, te lo suplico.
Da calma y sosiego. Tú que eres lo más puro, mi mundo idílico.
Quien más me ha querido, lo sé y lo certifico.
Perdido estoy en la selva de mis anhelos, en la soledad denigrante, en el crudo silencio del alma. Gritar quisiera pero se me ahoga el grito en la garganta; solo a través de estas letras envío mi alarido perdido y errante, inútilmente suplicante .
Quisiera dormir eternamente. Descansar en el sonido intenso de una desconocida melodía. Navegar sereno en las aguas turbias de la condena. Hundirme en un mar turbio sin fondo, en aguas oscuras y profundas que desintegren, para siempre, mi ser inerme.
Bebo sorbo a sorbo un vino envenenado con mis lágrimas. Dará finalmente sosiego a mi ánima. Viviré a través de mis letras. Letras que son alaridos sin calma; pedazos, jirones, desgarros del alma…..