¡Hoy la he visto!
La he visto y me ha besado.
Hoy he sentido sus labios
como nunca había pasado.
Hoy, escuché sus latidos
al acariciar su cuerpo,
fuertemente lo ha notado
mi oído entre sus senos
y en mi cabeza su mano
acariciando mi pelo
al compás de acurrucarnos.
Hoy la he visto
y la he sentido...
¡aun más me he enamorado!
intenté ralentizar
los minutos a su lado.
Le dije adiós con mis besos
intensamente abrazados
y de sus ojos unas lágrimas
por su mejilla bajaron.
Me fui alegre, también triste...
¡Alegre de haberla amado!
triste de volver al patio
que me tiene encarcelado.
Me llevé toda la noche
recordando ese momento
que aun tenía sabor
a la mujer que más quiero.
Sevilla 6 de Febrero de 2016