Demián

Despertares

Mientras el colectivo avanzaba por la oscura noche su madre cálidamente le besó la frente y al instante ella se durmió abrazada a su elefante rosa añorando ser pájaro otra vez.
Nada le gustaba más en el mundo que surcar los altos cielos y al tropezar, con otro beso, entre sus brazos despertar.