\"Casada, con hijos, cambiada te encontré/ y eso me dejó una sensación triste./ Vive aún la mujer que busqué,/ pero la que amé… no existe\".
Justo cuando nuevos nombres hay en tu mente,
precisamente hoy que te he sentido tan ausente
me pregunto cuál lugar estoy ahora ocupando.
Si a alguien más tus fotos íntimas le enseñas,
si estando dormida es aún conmigo que sueñas
y abrazas a tu almohada y de mí le vas hablando.
Ahora que en tu gran arco iris hay más colores,
que en tu vida hay más historias y más autores,
quiero saber si todavía mi papel es importante.
Si ahora que en tu entorno existen más hombres,
que puedes decir y recordar ya tantos nombres,
pronunciar el mío aún puede resultar impactante.
Es que tú sabes que los años cambian a la gente
y todos pensamos y sentimos de modo diferente
y ese sentir distinto es justo lo que me angustia.
Pensando en eso ahora casualmente me acordé
que hasta aquella rosa que hace tiempo te regalé
está ahora entre las páginas de tu libro, mustia.
Perdona mi inseguridad, son mis días sin verte
los que me hacen preguntarme hoy si mi suerte
sigue siendo la misma en lo que a ti se refiere.
Yo necesito averiguar ya, de la manera que sea,
si aquella mujer que tanto deseo aún me desea,
si la persona que tanto quiero todavía me quiere.
Me da cierto miedo preguntarte, no te lo niego,
pues para mí esto del sentir no es ningún juego
y temo que tu respuesta no sea la más esperada.
Tal vez con este miedo mío el destino me avisa
que ya no encontraré la misma luz en tu sonrisa
ni volveré a verme reflejado nunca en tu mirada.
Tú y yo vivíamos como una película de romance,
hoy no sé si hablar de amor quizá hasta te canse
o como antes, tocar conmigo el tema te haga feliz
y siendo una película, creo que entenderás mejor
y te interesarás por saber si existe el mismo actor
y yo por averiguar si nadie me cambió a la actriz.
Original de Álvaro Márquez
Caracas, Venezuela
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