Creo que las lágrimas humanas, son saladas, desde que una sirena se enamoró, de un humano que no le correspondía.
Las sirenas tienen que salir a la superficie, al menos una vez al día. Y no practican sexo, se reproducen como los peces, mediante una puesta de huevos, luego un tritón los riega con su semen para fecundarlos.
Una noche nuestra sirena, salió a la superficie para obtener oxígeno y poder seguir respirando. Y se encontró a su amado, haciendo el amor sobre la arena, con un joven humano, ella mirándolos comprendió que nunca podría hacerlo tan feliz, como parecía en aquel momento y llorando sin decir nada, se sumergió hasta el fondo del mar para no salir nunca más.
Desde entonces las sirenas, están destinadas a seducir a los hombres, con su música y sus cantos, engañándolos para así provocar los naufragios.