un esmerado collar
de pequeños
suaves
y
silenciosos
besos
derramé
en tus labios
(no pudo la férrea disciplina
guardar la dulzura
que hace tiempo
atesoro en incómodo secreto)
Gracioso
mago
de añorada alquimia
luz blanca y tierna
cómo suena el timbre de tu voz,
(debo hacer esfuerzo
para no desvanecer)
tu voz viaja sosegada
ligera
y elevada
en el delicado viaje
de mis oídos
a mis afectos
(qué pobre suena
la voz del terciopelo
más caro,
apenas alcanza media
octava en el sentido
encantado
de mi
piel)