Felipe Espejo

Beso

Me gusta la sensación que provoca el momento exacto antes de regalar un beso, esa tibia calidez de la piel ajena que se siente sin tocarla, provoca temblores y ganas de reír a carcajadas y gritar extasiado. Se pueden saborear los colores del aire, sentir suavemente la respiración frente a la boca, sentir la humedad de cada suspiro que llega a los labios. Tan tensa como relajante, esa sensación de volar hasta marte, enfrentar cada color del universo y cada sabor del cielo, todo al mismo tiempo como antelación a un beso. Se logran ver destellos eléctricos entre los labios, con los ojos medio cerrados y la sonrisa en boca que será degustada por las papilas de la sensualidad...